LA HISTORIA DEL DRAGÓN Y DEL HÉROE DIVINO

LA HISTORIA DEL DRAGÓN Y DEL HÉROE DIVINO

Soy fanático de la lectura de antiguas leyendas, mitos y cuentos de ficción. Los que son memorables para mí son aquellos que mantienen una trama donde hay un grupo de individuos o pueblos oprimidos por algún tipo de mal o influencia maligna. Cuando han perdido toda esperanza de ser liberados, aparece un misterioso personaje, un héroe con un poder extraordinario, que los rescata de dicha opresión, y todo vuelve a la normalidad o a ser mucho mejor que antes. Es una trama básica, pero no deja de ser cautivadora y creo que no es solo mi experiencia personal. ¡He encontrado que a muchas personas les gustan historias como estas!

Es como si estuviéramos programados, en lo más profundo, para ser asombrados por este tipo de historias. ¡Y no estaremos satisfechos hasta que no veamos la maldad aplastada en ellas! Creo que por esto, historias como Harry Potter, El señor de los anillos, El Hobbit, Las crónicas de Narnia, entre otras, gozan de tanta popularidad en nuestros días. Lo increíble aquí es que la Biblia es la historia más real y confiable que existe, y toda ella nos narra una historia con esta misma trama. Permítame contarla a través de las siguientes cuatro escenas.

1ª Escena: El pueblo de Dios y la serpiente.

Los primeros capítulos del libro de Génesis nos narra cómo Dios creó a los dos primeros humanos, Adán y Eva, quienes han de gobernar y llenar el mundo en obediencia al mandato divino de su Creador, portando la imagen y reflejando el carácter de Dios. Se nos dice que Dios solo les prohíbe comer del fruto de un árbol en medio del huerto, pero les concede todo el paraíso donde viven para disfrutarlo libremente. Todo marcha bien cuando, de repente, aparece un extraño personaje: ¡una serpiente parlante!, pero con intenciones oscuras. Ella le dice a la mujer: “¿De veras Dios les dijo que no deben comer del fruto de ninguno de los árboles del huerto?”. Sus primeras palabras buscan distorsionar las palabras de Dios, pero en su segunda intervención busca distorsionar el carácter de Dios a sus criaturas.

Respecto a la prohibición de comer del fruto, la serpiente les afirma que Dios sabe que en cuanto coman del fruto se les abrirán los ojos y serán como Dios, con el conocimiento del bien y del mal. Prácticamente, la serpiente siembra la duda en aquella joven pareja sobre quién es Dios y quería plantar en sus pensamientos algo como: ¿Qué clase de Dios es este?, tan egoísta y mentiroso, que no quiere perder el respeto de criaturas que pueden ser iguales o mejores que Él. La serpiente ha revelado su carácter: es el personaje malvado de esta historia, engañosa y peligrosa, su deseo es alejar al pueblo de Su Dios para su propia destrucción. La pareja cae y es juzgada por Dios a causa de su pecado. Sin embargo, como Dios es justo, también declara juicio sobre la serpiente y, en sus palabras de juicio, anuncia lo que sería su destino de aquí en adelante:

14Entonces el Señor Dios dijo a la serpiente: «Por lo que has hecho, eres maldita… Andarás sobre tu vientre, arrastrándote por el polvo durante toda tu vida.  15 Y pondré hostilidad entre tú y la mujer, y entre tu descendencia y la descendencia de ella.  Su descendiente te golpeará la cabeza, y tú le golpearás el talón». [1]

Las primeras palabras de Dios (14) son una declaración de humillación a la serpiente, pero en el siguiente verso hay una declaración de tragedia y esperanza. Si bien en la primera parte del verso 15, la descendencia de la mujer aquí puede ser entendida de forma plural, y esta vivirá en medio de una constante hostilidad contra la descendencia de la serpiente, la segunda parte del verso 15 habla de un descendiente individual que pondrá fin a dicha guerra. Hay un personaje venidero que derrotará de forma definitiva y aplastante al malvado personaje de esta historia. Esta es la tensión en la que muchas veces se encontrará el pueblo de Dios en la historia de la Biblia y también este es el Héroe por el que las páginas de las Escrituras suspiran por su pronta llegada.


2ª Escena: La hostilidad de la descendencia de la serpiente.

La historia continúa, y lo predicho por Dios se cumple. El primer encuentro entre la descendencia de la mujer y de la serpiente se halla en la historia de Caín y Abel (Gn. 4: 1 – 16), podemos identificar aquí que una es hostil hacia Dios y hacia aquellos que son sus adoradores, y otra que procura ser fiel en su devoción y fe en Dios. El apóstol Juan afirma claramente que Caín pertenecía al maligno y que, por esto, mató a su hermano (1ª Jn. 3: 12), pero la descendencia de la mujer continúa desde Set, la cual se caracterizó por invocar el nombre del Señor (Gn. 4:25-26). De aquí en adelante, vamos a encontrar muchas alusiones a la idea de la descendencia de la serpiente haciendo la guerra al pueblo de Dios.

Cabe aclarar que el término “serpiente” en la Biblia es un término amplio, y dentro de este concepto entra la idea de dragones, serpientes marinas, y víboras.[2] Es un lenguaje antiguo que hacía referencias a estas cosas de forma categórica, muy similar a como ocurre con el término serpiente en los bestiarios de literatura antigua occidental.[3] Veamos algunos ejemplos de este término aplicado a los enemigos del pueblo de Dios:

  • A Egipto y a Faraón, la Biblia lo describe como un gran dragón marino. Ezequiel se refiere a él de la siguiente manera: Te crees un león joven y fuerte entre las naciones, pero en realidad solo eres un monstruo marino que se retuerce en sus propios ríos y revuelve el lodo con las patas,[4] en otra parte, se le describe como un monstruo acuático lleno de escamas.[5] Quizás la alusión más directa es cuando en los salmos encontramos la siguiente declaración de Asaf: Dividiste el mar con tu fuerza y les rompiste la cabeza a los monstruos marinos. Aplastaste las cabezas del Leviatán y dejaste que se lo comieran los animales del desierto.[6]
  • Goliat, uno de los enemigos más recordados del pueblo de Dios es visto como un gigante monstruo dragón-serpiente que atemoriza y paraliza el pueblo de Dios, de forma particular, podemos ver esto en la forma en cómo este gigante está vestido. En 1ª Samuel 17: 4 – 5 se describe su armadura, y, aunque en muchas versiones se dice que tenía una cota de malla, la palabra hebrea aquí utilizada significa también una armadura de escamas,[7] lo cual encaja con la descripción de la serpiente.
  • Babilonia es también descrito como un dragón marino. Dios decía que ellos vendrían sobre su pueblo como serpientes venenosas a las que no pueden encantar. [8] Y el profeta describe a  Nabucodonosor como dragón que devoró al pueblo del Señor[9]
  • Los opositores del ministerio de Jesús, es decir, los fariseos y los saduceos son descritos también como víboras en el Nuevo Testamento, (Mt. 3: 7; 23: 29 – 33) por la forma en cómo engañaban y seducían al pueblo del Señor con sus falsas doctrinas. De esta misma manera, el apóstol Pablo advierte a las iglesias que hay infiltrados en la iglesia que buscan engañar al pueblo del Señor con la astucia de la serpiente del Edén (2 Co. 11: 1 – 4) estos son falsos maestros, ministros de Satanás que buscan destruir la iglesia desde adentro (2 Co. 11: 13 – 15).
  • Y por último, Satanás mismo es presentado como el gran dragón rojo, la serpiente antigua y el enemigo definitivo del pueblo del Señor en Apocalipsis 12:9-17. Aquí se nos explica que él es la razón detrás de tantos ataques, tanto internos (con falsas enseñanzas) como externos (persecución), contra la iglesia de Cristo, la descendencia de la mujer. Es un asesino, es poderoso, está airado contra el pueblo de Dios; sin embargo, ¡el fin fue anunciado desde el principio! Así como muchas serpientes se levantaron anteriormente prefigurando al enemigo supremo del pueblo de Dios, así también Dios manifestó su poderío a lo largo de la Biblia anticipando su victoria final sobre la serpiente.

3ª Escena: Cristo, el Héroe Divino entra en acción

El profeta Isaías anunció que un día Dios destruiría a la serpiente: En aquel día, el Señor tomará su espada veloz y terrible para castigar al Leviatán: la serpiente que se mueve con gran rapidez, la serpiente que se retuerce y se enrolla. Él matará al dragón del mar. Él mostró su superioridad contra Faraón y la nación de Egipto al juzgar a sus dioses y redimir a su pueblo de la esclavitud (Ex. 12:12). Hizo que, de un solo golpe, David derribará al gigante Goliat y le arrancara la cabeza como a una serpiente venenosa (1ª Sam. 17:48-51). Hizo caer al rey de Babilonia y su poderoso imperio de forma estrepitosa (Dn. 7). Todo esto era un anticipo de lo que su Mesías, Jesucristo, haría en definitiva contra el mal.

Cristo es la simiente de la mujer que vino a aplastar a la serpiente. Él derrotó las artimañas y engaños de los fariseos y saduceos al exponer sus falsas enseñanzas y contrarrestarlos con la verdadera revelación de Dios que Él vino a dar (Mt. 23:13-36). Sin embargo, el momento definitivo donde se cumple la promesa dada en Génesis 3:15 es en la cruz, cuando el Hijo de Dios es herido de muerte y el mal parece vencer. Aquella herida en su talón era también la victoria más aplastante que obtenía el Hijo de Dios sobre la serpiente.

El apóstol Pablo declara que Él anuló el acta con los cargos que había contra nosotros y la eliminó clavándola en la cruz. De esa manera, desarmó a los gobernantes y a las autoridades espirituales. Los avergonzó públicamente con su victoria sobre ellos en la cruz. [10] Con su muerte Él derrotaba el imperio opresor que Satanás había ejercido sobre la humanidad. Hebreos afirma que debido a que los hijos de Dios son seres humanos —hechos de carne y sangre— el Hijo también se hizo de carne y sangre. Pues sólo como ser humano podía morir y sólo mediante la muerte podía quebrantar el poder del diablo, quien tenía el poder sobre la muerte. Únicamente de esa manera el Hijo podía libertar a todos los que vivían esclavizados por temor a la muerte. [11]

Al morir y resucitar, Cristo, el Héroe Divino de esta historia, rescata al pueblo de su lejanía con Dios por el pecado y de la opresión del enemigo. Él ha dado el golpe mortal a la serpiente ya hace más de 2000 años, el dragón ya ha sido derrotado y juzgado (Jn. 16: 11) y los que eran sus esclavos, ahora son liberados al poner su confianza total en Jesús y viven gozosos bajo el reinado del Hijo de Dios victorioso (Col. 1: 13 – 14). ¡Pero aún hay más! está decretado que, en la segunda venida de este Héroe Divino, el gran dragón rojo y engañador será completamente eliminado del mapa (Apocalipsis 20: 9 – 10) y el pueblo de rescatado de Dios disfrutará de un mejor paraíso que el del principio (Ap. 21: 1 – 5) ¡Sin duda, la mejor de las historias! Por esto se llama El Evangelio, porque es la historia real con las mejores noticias que puede existir jamás y que tienen el poder para transformar el destino eterno de las almas.

4ª Escena: El entretiempo.

Hemos concluido con este breve panorama de la historia de la Biblia, siguiendo el rastro de la serpiente y su destino a través de todo el canon de las Escrituras. Ya sabemos cómo terminará la historia de la humanidad, sin embargo, mientras ese momento llega, estamos en el entretiempo, estamos aún entre la furia del dragón contra los descendientes de la mujer (Ap. 12: 17) y a la espera de la segunda venida de Cristo, cuándo sea eliminado el dragón de las páginas de esta historia en que vivimos. Y mientras eso ocurre, aquí están algunas implicaciones para nosotros hoy:

  • Si alguien no ha creído en el evangelio aún, ¡hoy es el día de salvación! Debemos poner nuestra confianza absoluta en Cristo, recibir su oferta de salvación al creer en Él y en Su obra redentora en la cruz por nuestros pecados para así ser libres de la condenación en la que está la serpiente y su descendencia. ¡Solo hay dos descendencias! O somos hijos de Dios, o somos hijos del diablo (1ª Jn. 3: 7 – 10) Y está decretado que todos aquellos que pertenecen al maligno serán destruidos por no haber recibido la salvación que trajo el Hijo de Dios (Ap. 21: 6 – 8)
  • Desecha todas las ideas hollywoodenses acerca de Satanás. Toda la historia de la Biblia nos relata que él es un ser creado, no es rival para Dios, ni siquiera se nos dice que Dios personalmente tiene que detenerlo al final, sino que envía a uno de sus ángeles para atarlo por mil años y que luego es lanzado a un lugar de tormento eterno sin poder hacer nada más. No existe dicha dualidad de poderes, no es como que Dios se siente amenazado con su presencia. Sin embargo, no es un enemigo para subestimar, él está merodeando y buscando a qué cristiano observa incauto y desapercibido para devorar (1ª P. 5: 8 – 9) ¡De seguro no puede arrebatar nuestra salvación! Pero si puede darnos un gran susto y tal vez hacernos pasar un mal rato si no estamos sobrios y atentos.
  • Permanece fiel al evangelio y predícatelo cada día, se nos dice que el dragón es el acusador de los hermanos, pero nosotros podemos vencer sus artimañas y acusaciones mortales por el poder de la sangre de Cristo derramada a nuestro favor, al guardar el testimonio del evangelio y al recordar que nuestra verdadera ciudadanía se encuentra en el cielo(Ap. 12: 10 – 11)
  • Por último, mira la vida con esperanza. Aunque a veces las cosas parecen empeorar, que las tinieblas parecen prevalecer, que muchas serpientes se levantan y oprimen en todo lugar, y que el sufrimiento bajo el sol parece eterno, recuerda que un día todo esto terminará. El Héroe Divino aparecerá por segunda vez. Él transformará nuestra humillación en gloria (Ro. 8:18-23) y este mundo caído en un nuevo cielo y una nueva tierra donde morará la justicia para siempre (2 Pedro 3:13). Mientras este entretiempo dura, alabemos al Señor Jesús, porque Él ha vencido.

[1] Nueva Traducción Viviente (Carol Stream, IL: Tyndale House Publishers, Inc., 2009), Gn 3:14–15.

[2] Por ejemplo, la palabra hebrea tannin en Génesis 1: 21puede significar dragón, serpiente o monstruo marino.

[3] Aquí un ejemplo de dicho lenguaje en literatura occidental: https://d.lib.rochester.edu/camelot/theme/dragon#:~:text=Dragons%20and%20serpents%20are%20very,a%20monstrous%20serpent%20(194).

[4] Nueva Traducción Viviente (Carol Stream, IL: Tyndale House Publishers, Inc., 2009), Ez 32:2.

[5] Nueva Traducción Viviente (Carol Stream, IL: Tyndale House Publishers, Inc., 2009), Ez 29:4.

[6] Nueva Traducción Viviente (Carol Stream, IL: Tyndale House Publishers, Inc., 2009), Sal 74:13–14.

[7] Así lo traduce la Biblia del Jubileo en español.

[8] Nueva Traducción Viviente (Carol Stream, IL: Tyndale House Publishers, Inc., 2009), Jr 8:17.

[9] Reina Valera Revisada (1960) (Miami: Sociedades Bı́blicas Unidas, 1998), Jr 51:34.

[10] Nueva Traducción Viviente (Carol Stream, IL: Tyndale House Publishers, Inc., 2009), Col 2:14–15.

[11] Nueva Traducción Viviente (Carol Stream, IL: Tyndale House Publishers, Inc., 2009), He 2:14–15.

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